Todas las personas deben tener un mejor amigo, en mi caso yo si la tengo y aunque talvez no nos acordemos como nos conocimos no sabria que haria sin ella.
Por eso en uno de esos dias de largo viaje en bus escribi esto, bueno ya dije que de escritora no tengo mucho pero acá está.
Hubo alguna vez una princesa que nunca necesitó de un caballero y tampoco era como si algún príncipe la haya intentado rescatar. Así que decidió irse de su castillo a conocer el mundo.
Cuando salió se dio cuenta de ciertas cosas de ese mundo, no era nada parecido al que ella imaginaba, en este mundo había hombres que al crecer se hacían hombres, las mujeres eran simples mujeres y los niños nunca jugaban.
¿Dónde están los caballeros, las princesas, los dragones y los magos? - se preguntó.
No me imagino un mundo en el cuál no hayan princesas en castillos atrapadas, caballeros que velan por el bien de los demás, que las aventuras sean parten del pasado o vivan en la fantasía y los sueños de muy pocos.
Yo me convertiré en caballero andante, buscaré aventuras, rescataré princesas, conquistaré príncipes, me haré amiga de los dragones, les haré recordar a los magos malos lo hermoso de la magia para que vuelvan a ser buenos.
La princesa se hizo de una armadura y se fue en busca de sus aventuras, pero el tiempo pasaba y ella seguía caminando y parecía como que a pesar de los intentos que realizaba la gente no le prestaba atención y empezó a sentirse sola y triste porque no encontraba ninguna razón para seguir con su búsqueda dado que nadie apreciaba su esfuerzo. Se recordaba que eso para ella no era importante, nunca había necesitado a un caballero para ser rescatada, era fuerte e independiente, pero añoraba un corazón sincero que la acompañara en su viaje.
Un día cuando pensaba dejar esa vida de heroísmo, vio a lo lejos una figura y se sorprendió de lo que vio, dado que nunca se había encontrado con nada así. Vio una mujer pero no cualquiera como las había visto antes, lo que vio fue otro caballero, se encontraba enfrente de un castillo mientras blandía una espada de madera.
Cuando llegó hasta donde se encontraba el otro caballero la princesa preguntó -¿Quién eres?
Yo vivía en este castillo pero me aburrí de esperar y decidí salir a buscar aventuras con mi espada de madera, pero últimamente no pasó nadie por aquí y no sé como vaya el mundo fuera- respondió la otra mujer -¿Y quién eres tú?
Bueno, me llamo Mayi soy un caballero andante, protejo a los indefensos y me gusta descubrir nuevas cosas.- dijo el caballero -Me he dado cuenta que mientras esperaba en mi castillo las personas fueron olvidando y yo quiero que recuerden. Si quieres puedes unirte a mi cruzada porque este mundo está falto de historias, travesuras y sueños. Creo que con tú ayuda podemos cambiar en algo este lugar.
Me entristecen tus noticias, no había tenido ninguna desde hace mucho tiempo. Considérame desde ahora tu acompañante. Me llamó menú y seré tu amiga y escudero.
Cuando escuchó esto Mayi se puso feliz porque se dio cuenta que nunca más estaría sola y que había encontrado alguien como ella, alguien que no la miraría extraño y que reiría con ella. Y desde ese día caballero y escudero recorrieron el mundo en busca de desvalidos a los cuales socorrer. Y nunca más ninguna se sintió sola.
“Nunca imagine que tenía tantas cosas que decir hasta que empecé a escribir”
